Congreso
Retos de derecho de familia es un congreso internacional que organiza cada año el departamento de derecho civil de la Universidade de Vigo.
Este año estuvo centrado en las recientes reformas en materia de familia:
.Por un lado, la reforma operada por la Ley 8/2021, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.
Como ya os anuncié este verano en el blog, esta reforma es un hito histórico. Se trata de la efectiva trasposición de las exigencias de la Convención de Nueva York a nuestro ordenamiento.
Por fin en España las personas con discapacidad intelectual tienen plena capacidad jurídica.
. Por otro lado, los cambios a los que ha dado lugar la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia.
Se trata, sin duda, de retos del derecho de familia. Retos, además, muy de actualidad. La temática del congreso de retos de familia me resultó, pues, muy atractiva. Y no dudé en inscribirme.
Ponentes
Abarcar la temática elegida para este Congreso Internacional «Retos do dereito de familia» era lo suficientemente amplia como para que al mismo acudieran más de 20 ponentes de reconocido prestigio en el ámbito académico.
Se dividieron las jornadas por materias.
Primera jornada
El primer día estuvo dedicado íntegramente a la discapacidad
Comenzó la mañana con las ponencias impartidas por Ángel Mariño De Andrés, Fernanda Moretón Sanz, Araceli Donado Varas, Sonia Calaza López, Ana Luaces Gutiérrez o José Roca Martínez durante la primera mañana.
En el apartado internacional, los profesores de la Universidade do Minho, Cristina Dias y Marco Gonçalves, nos explicaron de manera clara la regulación del maior acompanhado en la vecina Portugal. Se encargó la profesora Dias de la parte sustantiva, haciéndolo el profesor Gonçalves de la parte procesal.
Por la tarde las mesas redondas fueron constituidas por ponentes de la calidad de los notarios Ernesto Regueira Núñez o la notaria Alicia Calaza López. Importante la intervención de los notarios, pieza clave en el ejercicio de su capacidad jurídica por las personas con discapacidad según la nueva normativa.
También dieron sus respectivas ponencias docentes universitarios. Y así, estuvieron como ponentes Sara Diez Riaza, Yolanda De Lucchy López-Tapia y Dolores Fernández Fustes.
El plantel de ponentes del primer día se completó con el presidente de la audiencia Provincial de Pontevedra, Javier Menéndez Estébanez.
Segunda jornada
El viernes estuvo dedicado a la protección a la infancia.
Y las ponencias no defraudaron.
Comenzó el día con las reivindicaciones internacionales sobre protección de la infancia y adolescencia en pandemia a cargo de Carlos Villagrasa Alcaide.
Inmaculada Vivas Tesón trató los derechos de la infancia y la adolescencia con discapacidad.
Tras estas ponencias, dos mesas redonda sobre el análisis de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia y una sobre el coordinador de parentalidad completaron el programa.
En la primera debatieron Ana María Pérez Vallejo, Teresa Estévez Abeleira y Lydia Noriega Rodríguez. En la segunda actuaron Esther Pillado González y Pablo Grande Seara. Acerca de la figura del coordinador de parental nos instruyeron Isabel Espín Alba, Tomás Farto Piay y Blanca Otero Otero.
Comunicaciones
El Congreso de retos del derecho de familia concluyó con la exposición de varias comunicaciones por parte de diversos participantes del congreso, presentados por Blanca Otero Otero.
La experiencia
No era la primera vez que acudía a la llamada de la Universidade de Vigo para formarme en retos del derecho de familia, pero este año el congreso fue un tanto atípico.
En tiempos previos a la pandemia los eventos presenciales nos daban la oportunidad de debatir con otros profesionales, de compartir experiencias y aprender unos de otros. Luego llegó el famoso #covid19 y nos acostumbramos a los webinars.
Este año la Universidade de Vigo nos daba la doble opción de asistencia, presencial y online. Más allá del caos que, por momentos, pudieron suponer las ponencias a distancia de los ponentes que no estaban en el CUVI, todo fue bien.
El gran problema fue la falta de asistencia presencial.
La primera mañana me llevé la desagradable sorpresa de que junto conmigo, los organizadores y los ponentes eran los únicos que se habían animado a asistir presencialmente.
Ésta era la triste imagen de la sala vacía. Únicamente, organizadores, ponentes, butacas sin gente, la pantalla y yo.
En previsión de que sucediera lo mismo posteriormente, el resto del congreso lo seguí desde casa.
Desde luego no fue lo mismo.