Crazy lawyer es un evento para abogadas inquietas.
Ya llevamos tres ediciones en las que el compañerismo y la innovación han sido su razón de ser.
¿De qué va crazy lawyers?
Crazy lawyers es un evento de difícil explicación. Es simplemente un espacio seguro en el que compartir inquietudes relativas a la abogacía; en el que buscar cómplices para innovar y renovar la profesión.
¿Cómo nació Crazy lawyers?
El primer crazy lawyers fue la idea de tres locas que se reunieron un fin de semana en Allariz.
Esas tres locas éramos Yolanda Ferreiro, Bárbara Román y yo misma.
Las tres con ganas de hacer cosas diferentes y dejar el modelo y la imagen tradicional de la abogacía basadas en la apariencia atrás; con ganas de apoyarnos en nuestros procesos de transformación profesional y personal.
Y así, sin querer, surgió la idea de repetir esa reunión informal de tres compañeras invitando a otros en la siguiente para, entre todos, cambiar y refrescar la profesión, así como crear un lugar seguro en el que hablar sin complejos de lo qué está haciendo profesionalmente cada uno.
Como una imagen vale más que mil palabras, AQUÍ os dejo el directo que hicimos en Instagram para explicar al mundo qué era #crazylawyers y anunciar que la idea continuaría.
Y así, casi sin darnos cuenta llegó…
El segundo Crazy Lawyers
Nos reunimos un nutrido grupo de compañeros. Bueno, realmente éramos casi todas mujeres. Tan sólo un hombre entre nosotras.
Y aquí estábamos en un día de compartir,
de crear
y disfrutar entre compañeros…
Asistentes: Andrea Brandariz, María Cerviño, Yolanda Ferreiro, Jana Calero, nuestro chico infiltrado y yo.
Como veis estuvimos muy animados. Debatimos largo y tendido sobre el futuro de la profesión en un espacio seguro, un sitio en el que nadie tiene que aparentar más de lo que es ni acomplejarse.
Fue un día de intercambio generacional también gracias a la presencia de Andrea, un casi graduada en Derecho pendiente de presentar su trabajo fin de grado, que en #crazylaywers contactó con la empresa en la que ahora hace prácticas: Nolegaltech.
Algo más que una reunión de amigos…
Comimos juntos, disfrutamos del paisaje juntos y de charlas distendidas, pero también trabajamos.
En este segundo #crazylawyers:
.Pusimos la primera piedra de un proyecto común: crear un protocolo para la sustitución de abogados en caso de necesidad. Porque los abogados también tenemos derecho a ponernos enfermos. Por no decir a tener vacaciones…
. Y, nuestro granito de arena para, de manera desinteresada, informar a los que no son abogados de qué es un «habeas corpus» porque nos alarmaba ver en redes vídeos de personas haciendo uso de este instrumento trascendental de salvaguarda de la libertad de manera muy caricaturesca.
Con lo que teníamos a mano grabamos un VÍDEO explicativo del «habeas corpus» del que estamos muy orgullosas.
Como la primera vez, justo antes de despedirnos, como broche final, hicimos un directo de Instagram para explicar qué había significado la experiencia para cada una de nosotras.
La idea no se quedó ahí y llegó #Crazylawyers III: Edición transoceánica, la familia crece.
En esta tercera edición Bárbara Román y Antonella Puntriano convocaron online a abogadas de uno y otro lado del Atlántico.
Y allí estábamos abogadas de los dos lados del «Charco» percatándonos de que da lo mismo si eres de Galicia, Asturias, Valencia, Colombia, Perú, Argentina o Méjico.
En cualquier sitio ser abogada no es lo mismo que ser abogado.
Dedicamos una buena parte del #crazylawyers a tratar este tema. A contarnos experiencias de situaciones en las que nos sentimos alguna vez tratadas de diferente manera que nuestros compañeros hombres.
Y aquí da igual el contexto, las anécdotas son parecidas seas abogada por tu cuenta, abogada de familia, abogada de empresa o trabajes en las denominadas «grandes firmas». Éramos abogadas de todos estos mundos y todas, sin excepción habíamos padecido lo mismo.
No todo fue intercambio de experiencias de mujeres…
En un #crazylawyers lo importante es la locura, la innovación, que no tienen o no deberían tener género.
También unánime la visión de todas las abogadas locas en cuanto a lo arcaico de la profesión. Y ahí cada cual se quejó de lo que le toca y empezó a dar ideas para refrescar una de las profesiones más conservadoras de cuantas haya en el mundo.
En lo que a mí respecta, los ojos se me abrieron cuando oí lo que estaba haciendo Mariel Vázquez en Buenos Aires, confinada desde hacía meses en su casa.
Mariel, se dedica al derecho de familia como yo, y como yo, tuvo la genial idea de hacer un convenio #legaldesign siguiendo metodología #designthinking.
Lo que en mi caso era un proyecto suspendido, en el caso de Mariel fue un hecho echando mano del derecho colaborativo.
En compañía de otros compañeros de diversas especialidades y un diseñador gráfico diseñaron un convenio formato #legaldesign.
Me quedé maravillada y con el contacto de Mariel para que me lo contara todo, todo y todo…
Semanas más tarde recibí su invitación para un evento online desde Argentina «Legal desing en derecho de familia» en el que explicaban todos los autores el proceso de creación del convenio legal design.
Si no fuera por el #crazylawyers nunca hubiera contactado con compañeros argentinos, ni sabría que mi idea del convenio con dibujitos no era una locura que sólo se me ocurría a mí…