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TU EX NO ES TU ENEMIGO. Cómo sobrevivir al divorcio

¿QUIÉN ES TU EX?

Tu ex no es tu enemigo, es el otro pilar de tus hijos, su otro progenitor.

Es muy raro el divorcio sin «enemigo». Que se me entienda bien, no es que los ex tengan que odiarse, pero está claro que siempre hay uno que deja, siempre hay uno que no se porta de la mejor manera con el otro tras el divorcio… ¿Por qué? Simplemente porque el mundo no es perfecto.

Desde siempre, pero de un tiempo a esta parte con mayor frecuencia, veo que esa faceta ex enemigo toma protagonismo. Y normalmente se obvia el alcance de la condición de padre o madre de nuestros hijos, sean menores de edad o no.

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Cada una de las columnas de la imagen es un progenitor y la relación con el hijo común. El tejado simboliza al hijo (su estabilidad, su equilibrio emocional)

Tu ex no es tu enemigo, es uno de los pilares.

¿Qué sucede si uno de los dos pilares desaparece, si alguna de las dos relaciones se deteriora o se rompe? Creo que todos tenemos claro que sin sus pilares, un edificio se derrumba.

Para que esas dos columnas permanezcan intactas no es necesario que nuestro divorcio sea de esos idílicos de las películas y series americanas. No es necesario llevarse bien. No es necesario que todo sean sonrisas y buenas palabras. Pero sí recordar que tu ex no es tu enemigo.

Y, para ello, es imprescindible:

  1. UNIÓN

Que vuestro hijo sienta que sus dos pilares son una piña en lo que él se refiere, que caminan de la mano, que juntos forman una red que siempre estará ahí para salvarlo de la caída, para acompañarle en la vida.

Nuevamente no es necesaria la perfección. No estamos obligados a tener normas comunes ni sistemas educativos idénticos para mantener ese equilibrio. Basta con tomar conjuntamente, aunque sea después de muchas peleas, las decisiones importantes y no prohibir o intoxicar la presencia del otro en la vida del hijo común.

Y todavía más relevante es que nuestro hijo tenga muy claro que más allá de la enemistad de sus progenitores está él y sus intereses.

En definitiva, dejadle claro que sus dos pilares siguen en pie sujetándolo y marcándole el camino a seguir.

*Un consejillo gratuito: Si no lo hacéis por vuestro hijo hacedlo por vosotros. Si conseguís tener una única voz desde el principio la adolescencia será mucho más llevadera…

2. NEUTRALIDAD

Un hijo puede ver que sus progenitores se odian, un hijo puede soportar que sus progenitores se peleen, un hijo sobrevive a una guerra entre sus progenitores sin apenas secuelas (lo sé por experiencia propia). Lo que no va a soportar y terminará por quebrar alguno de los pilares, o ambos, es que cualquiera de sus progenitores pretenda que el hijo deje de ser neutral en esa guerra. Que un hijo se vea obligado a tomar partido por alguno de los bandos es lo peor que le puede pasar.  Aquí hay que tener en cuenta que los bandos no son unipersonales, también hay que respetar la neutralidad de la familia extensa y procurar que la familia extensa y otros allegados (nuevas parejas, amigos) respete la neutralidad del hijo.

Partiendo de la base de que no existe el divorcio perfecto, de que el mundo no es perfecto, existen líneas rojas que no se deben cruzar:

. Cualquiera en un momento puntual de cabreo puede decir pestes del otro progenitor. Lo que jamás se debe consentir es que el propio hijo diga esas pestes, aun cuando pueda tener razón, al menos hasta que sea adulto.

. Cualquiera puede sentir miedo a que la nueva pareja del otro progenitor ocupe su lugar, es humano, pero jamás ha de transmitirse ese miedo al hijo, jamás ha de ponérsele en la tesitura de elegir.

Los hijos tienen muy claro quien es su madre, quien es su padre (duplíquese por sus madres, sus padres en caso de progenitores homosexuales). Nadie más será ser su pilar. Podrá ser una figura amable, agradable pero su pilar, jamás. Sí, todos conocemos algún caso en el que esto ha sucedido, pero ¿por qué ha sucedido? porque se ha dinamitado a uno de los pilares/progenitores previamente. Y la vida de ese hijo nunca vuelve a ser la misma…

Hace poco vi un hilo en Twitter publicado por una jueza que ilustra en ejemplos muy comunes este bombardeo del otro pilar, ejemplos que han de evitarse si queremos que nuestro hijo siga siendo Suiza. Os dejo lo dejo AQUÍ.

De la importancia que deis a la conservación de los DOS PILARES y de que apliquéis estas dos reglas básicas (UNIÓN Y NEUTRALIDAD) depende que el equilibrio emocional de vuestro hijo se parezca a una de estas dos imágenes…

DOY POR HECHO QUE A TODOS LOS PROGENITORES LES GUSTA MÁS LA PRIMERA…

Grabaos el mantra: tu ex no es tu enemigo

Si esta entrada os ha gustado podéis seguir con la siguiente lección del Curso «Cómo sobrevivir al divorcio»..